El SPORTING, no sin dificultades, venció en casa al LEIXOES en un resultado por la diferencia de un solo gol, lo cual se ha producido anteriormente, tanto a favor como en contra de los de Alvalade. El FC PORTO cumplió lo que viene siendo una tradición, ganarle al LEIRIA. Los números fueron la novedad, ya que nunca se había producido anteriormente un 3-2, pero si, en 16 encuentros, los de Leiría solo han podido empatar 2 veces en casa del dragón. El MARITIMO mantuvo una mala racha ante el GUIMARAES, al que no consigue vencer en las últimas seis confrontaciones ni en casa ni en la ciudad vimaranense.
Otro de los resultados, de los que despiertan la curiosidad general, fue el alcanzado por el plantel benfiquista en Vila do Conde, localidad donde ha alternado, históricamente, victorias con derrotas y empates, aunque las victorias son las más. Y el resultado de 0-1 es el que más se ha repetido en los triunfos encarnados, el más antiguo de los cuales se produjo en 1.982/83, el cual recordaremos aquí y que fue la tercera vez en que se enfrentaron para el campeonato siendo que, en la primera (79-80), el BENFICA ganó por 3-0 y en la segunda (81-82) venció el RIO AVE por 1-0.
Evoquemos, entonces, la primera vez que un resultado como el de este fin de semana se produjo entre estos dos conjuntos. Fue el domingo 21 de noviembre de 1982 en el CAMPO DA AVENIDA, de “tierra batida”, con temperatura agradable para esa época del año. Lleno absoluto, de 16.000 personas, la máxima capacidad, para una taquilla de 5 millones de escudos. Pitó el señor VEIGA TRIGO, de Beja. El RIO AVE actuó con: ALFREDO, TOZE, SERGIO, SANTANA, DUARTE (cap.), PIRES, ADERITO, LUIS SAURA, QUIM, CABUMBA y N ´HABOLA. Jugaron también CASACA y SAMUEL. En el banco estuvieron DUARTE GOMES, CARVALHO y PINTO.
El BENFICA alineó, inicialmente, con BENTO, BASTOS LOPES, PIETRA, HUMBERTO, VELOSO, BASTOS LOPES II, ALVES, CARLOS MANUEL, CHALANA, FILIPOVIC y NENE. En el segundo tiempo, entró para sustituir a Alves, DIAMANTINO y quedaron en el banco DELGADO, FREDERICO, ALVARO y CESAR. Los entrenadores eran, respectivamente, QUINITO y ERIKSSON. El gol fue apuntado por NENE en la secuencia de una larga carrera de Carlos Manuel, la cual acompañó y, al centrar éste, el atacante, con su característica frialdad, remató sin mayores problemas, a los 22 m. de la complementaria.
En las crónicas se destacaban las actuaciones de ambas defensivas, luciendo superiores a los que tenían que atacar. Puede que el corto resultado se explique de esa forma.
En la prensa que registraba todo lo referente a esa jornada, aparece, entre muchos otros temas, la promoción del próximo compromiso del BENFICA en la COPA UEFA frente al FC ZURICH, de SUIZA, en la ciudad del mismo nombre, partido que fuimos a transmitir y que se realizó el día 24-11-82 en el STADION LETZIGRUND, donde el Benfica empató a 1 gol, siendo ese el partido de ida, ganando en casa, posteriormente, por 4-0.
A propósito de ese viaje y transmisión queremos, por si alcanza a leer estas líneas, pues tenemos ya mucho tiempo sin contactarlo, enviar un cordial saludo a quién mucho nos ayudó para hacer el trabajo pretendido, de transmitir ese juego allá, el Dr. FERNANDO ALVES, quién había estado en la capital venezolana como Delegado de Emigración de Portugal y por ocasión de ese partido, estaba con similares funciones en la capital helvética. A él, después de todos estos años, una vez más, ese “muito obrigado”, esperando que, dondequiera que esté cumpliendo funciones (o jubilado) la vida le dé todo lo mejor, que se lo merece.
De ese encuentro FC ZURICH-BENFICA, reproducimos aquí algunos testimonios que alcanzamos a conservar de hace 27 años.
La alineación del Benfica fue similar a la que actuó en Vila do Conde y los goles fueron hechos en el segundo tiempo, por RUFFER para el equipo de casa y FILIPOVIC, faltando 3 minutos para el final, a favor de los “encarnados”.
De referir que el Benfica eliminó al Zurich, como ya decíamos arriba, luego dejó en el camino a los italianos del ROMA, posteriormente al Univ. CRAIOVA de Rumania y llegó a la final con los belgas del ANDERLECHT, perdiendo fuera por 1-0 y empatando en casa 1-1, juegos, en general, a los que nos referiremos en propicias ocasiones.
Fuente: Revista Record.
En nuestra nota del Blog incluida la pasada semana, quedamos en ofrecer detalles sobre la vida profesional, como jugador y entrenador, del señor JOSE MARIA PEDROTO, fallecido en Enero del año 1.985 y quién dejó amplia estela en el balompié luso.
Localizando datos relacionados con esas actividades, encontramos un interesante trabajo que se publicó en el periódico A BOLA un mes después, aproximadamente, del fallecimiento del aludido señor Pedroto, escrito por un gran periodista, VITOR SANTOS, también ya desaparecido. En aquel trabajo, del 9-2-85, se hace un recuento de muchos de los aspectos destacados en la vida pública deportiva de Pedroto, de los cuales, con la debida venia, extraemos aquellos que puedan ser mas asimilables por nuestros amables lectores, dado que algunos pueden no estar suficientemente al corriente de determinados detalles por el tiempo transcurrido.
En ese número de A Bola se destaca que Pedroto formó parte de la SELECCIÓN NACIONAL de su país entre 1.952 y 1.957, durante los cuales la selección realizó 25 partidos y él participó en 17 de ellos. Verificamos una de las fichas de convocatoria a uno de los partidos de esa representación y allí verificamos su fecha de nacimiento, 21-10-1.928, lugar de nacimiento: Almacave-Lamego; que su inscripción en la Federación fue en 1945/46 y su primer equipo, el LEIXOES. También allí, vemos los nombres en una convocatoria en que, además de PEDROTO, están nombres de primera línea del fútbol antiguo de Portugal, incluyendo entre ellos, los de los “cinco violines” del Sporting: Pero la lista es la siguiente, para que recuerden, especialmente los lectores de más edad: BARRIGANA era el arquero, luego SERAFIM, CARVALHO, JOAQUIM MACHADO, FELIX, CAIADO, JESUS CORREIA, BEN DAVID, VASQUES, TRAVASSOS, ALBANO, SERIO, VIRGILIO, PASSOS y MATATEU.
Como jugador de club, creemos recordar (porque el trabajo citado de A Bola no lo especifica) que estuvo ligado, por razones de servicio militar o algo parecido, a un equipo de Algarve, ingresando luego en el BELENENSES y posteriormente en el PORTO, por cierto, por una cifra record para aquel tiempo, 1952, como lo fue la de 500.000 escudos. Si bien, como jugador, tuvo actuación positiva, la mayor parte de las personas lo recuerdan por su trayectoria como entrenador, especialmente de los últimos tiempos. La carrera de técnico la inició en el ACADEMICA de Coimbra, 1962/63 y 63/64, continuada en el VARZIM, 65/66. En el FC PORTO estuvo en 66/67 a 68/69 para ingresar en el SETUBAL entre las temporadas 69/70 y 73/74. Luego se desempeñó al frente de BOAVISTA, del 74/75 al 75/76. De nuevo en el PORTO desde 1976 hasta 1980 para luego encargarse del, también norteño, GUIMARAES, desde el 80 hasta el 82, regresando a los dragones para dirigirlos desde el 82 hasta el 84. En todos esos equipos dejó huella positiva y siendo considerado como uno de los mejores, si no el mejor, entrenador portugués de todos los tiempos.
Nosotros tuvimos el privilegio de conocerlo personalmente, pues nos fue presentado en ocasión de estar presentes en un local de los alrededores de la ciudad de Oporto, donde el señor Pedroto iba, los jueves, a jugar su partidita de “sueca” con un grupo de amigos del ambiente de fútbol. Fue un breve intercambio de saludos y pequeña conversación sobre el tema que a ambos nos era fácil abordar. Pero, lo que si mantenemos como recuerdo de ese importante personaje, es la de una ocasión en que fuimos al ESTADIO NACIONAL de Lisboa para transmitir la final de la Copa entre el BENFICA y el PORTO. Fue el sábado 7-6-80. Tiempo ese en que la “guerra” de declaraciones y otras actitudes entre los responsables portistas y los dirigentes del Benfica y Sporting e incluso de los de la Federación, estaba en pleno apogeo. Era una especie de “guerra norte-sur” futbolística que, en lo actual, ya no se verifica con aquella vehemencia, pero que de vez en cuando, reaparece. Y, era el señor Pedroto uno de los principales protagonistas.
En el partido que citamos, nos desplazamos desde el centro de Lisboa hasta el Estadio Nacional en taxi y el trayecto se hacía, de cierto modo, a velocidad moderada debido a la gran afluencia de los aficionados, especialmente del Benfica y Sporting que, de forma sorprendente, iban hermanados, entonando cánticos en coro, con banderas mezcladas en los vehículos o entre los peatones. Algo que, si no lo hubiéramos visto no lo creeríamos, dada la rivalidad acentuadísima entre esos dos acérrimos e históricos rivales de la capital portuguesa. Era, en verdad, impresionante, ver a esos ríos humanos verdiblancos y rojiblancos dirigirse hacia donde enfrentarían un “enemigo común”, el F.C. do Porto. Para graficar un poco más la situación, el estadio tenía (y creemos que aún tiene) una capacidad para albergar 54.000 espectadores y, según cálculos de personas conocedoras, eran 80.000 los que consiguieron ver el encuentro, entrando por todos lados y, por primera vez, gente montada sobre el limitado techo de la tribuna.
Pues, en ese ambiente, con gritería ensordecedora y cánticos provocadores, el señor PEDROTO, un poco antes del comienzo del partido, subió, prácticamente solo, a revisar el estado del terreno y la grama, a sabiendas de que su presencia, así, era como una “provocación” a semejante masa de sus “enemigos” pues, la presencia de aficionados azul y blancos era, francamente, minoritaria, como es obvio. Bueno, el estadio “tembló” de la rechifla y ruidos en general de esa gran masa humana y el entrenador portista estuvo por algunos minutos, aguantando estoicamente lo que, lógicamente, él esperaba. Indudablemente, pudo haber evitado ir al campo de juego, pues lo pudo haber hecho otro miembro del elenco técnico portista. Pero “la gracia era esa”. Todavía recordamos al llamado “Zé do Boné”, en pleno terreno, aguantando aquel chaparrón de, talvez, unos 65 o 70 mil amigos verdes y rojos (cálculo nuestro, posiblemente errático). La taquilla, aparte de la gran cantidad de coleados, fue de 14.700.000 escudos. Todavía no se pensaba en Euros pero, para los amigos que les gusta hacer números, les indicamos que el dólar estadounidense estaba a Bs. 4.30 y equivalía, más o menos, a 51 escudos portugueses.
De ese partido, vamos a recordarles que el Benfica ganó 1 a 0, con gol de CESAR a los 35 minutos, se lesionó, gravemente, Alberto del Benfica, con fractura de tibia y peroné y, durante la narración, entre todas las demás peripecias, nos tocó describir cómo fue posible que Nené, también jugador encarnado, falló un remate a un metro de la línea de gol, sin oposición y lanzó el balón por encima del travesaño con su pierna derecha, la que usaba normalmente para rematar. No es caso inédito, pero aún lo recordamos perfectamente como algo que, si Nené practicara esa jugada, es posible que nunca la fallara de nuevo. Fue un gran partido y habrá oportunidad de referirnos a él en otra ocasión en lo futbolístico. Valga dejar, sin embargo, el dato de que el entrenador del Benfica era el señor MARIO WILSON, quién recientemente cumplió ochenta años y que mantuvo durante mucho tiempo una cerrada polémica, a través de los medios de comunicación, con el señor Pedroto, cada uno en su posición de entrenador.
El pasaje CCS-MAD-LIS-MAD-CCS, el cual no tiene nada de especial y solo lo reproducimos como curiosidad para que, eventualmente, los lectores mas acuciosos hagan algunos cálculos en relación a los costos de pasajes. En el boleto aparece el valor de Bs. 7.509,oo. Traducido a dólares, era algo así como 1.750. Luego, el boarding pass para el trayecto Madrid-Lisboa en un DC-9, el cual duró 50 minutos.
Antes del viaje a esa final de la Copa, como era habitual, siempre había compromisos que era necesario atender. En este caso, por ejemplo, renovar el carnet del Sindicato de Radio, Teatro, Cine, TV. y afines del D.F. y Estado Miranda, que se había vencido el 9 de Mayo. Así mismo, atender la invitación de la Sociedad de Beneficencia de Damas Portuguesas que, el 5 de Junio de 1.980, inauguraron el Dispensario Médico.
Aquí, el reverso del carnet del sindicato, donde aparece nuestra fecha de inscripción, 23-6-67. La memoria no nos ayuda mucho pero buscaremos comprobantes de pago para confirmar si la cuota era de Bs. 5 o 10 mensuales en ese tiempo. Luego, las credenciales para acceder a la zona de transmisión del juego, emitidas por la Federación, incluyendo sello seco.
Fuera de los aspectos dentro de las cuatro líneas, también podemos recordar que habíamos hecho convenio con el amigo taxista para que, justo al terminar el juego, estuviera a la puerta del estadio para trasladarnos al aeropuerto, a fin de abordar un vuelo de Avianca para Caracas vía Madrid, el cual salía en un horario que, aunque el juego tuviera prórroga, etc., nos daba tiempo de llegar. No hubo prórroga y salimos hacia el aeropuerto con suficiente tiempo. Y, allí se produjo otro aspecto, relacionado con la asistencia y transmisión radial de esta final de la Copa de Portugal. Al entrar a la zona de embarque, como es normal, verificamos la hora de salida del vuelo de Avianca, pensando en la cantidad de horas que aún nos faltaban para llegar “a casa”, vía capital española, aunque con la satisfacción de haber cumplido con una interesante jornada futbolística. Observando la pizarra, centelleaba una lucecita indicando que estaba en pleno “embarque” un vuelo de VIASA, directo a Caracas, el cual, según su horario normal, debía haber salido horas antes, de allí el por qué hicimos reservación en la línea colombiana. De inmediato nos dirigimos al mostrador de Viasa, a verificar si era posible meternos en ese vuelo. Como, dadas las circunstancias, no llevábamos sino un maletín con lo indispensable, o sea, no teníamos maleta que meter en la zona de equipajes, que estaba ya cerrada, pudimos hacer el viaje en ocho horas en vez de unas catorce que nos faltarían con la otra alternativa. Ese era el vuelo VA715, en equipo DC-10, matrícula YV-134C. Debido a esta mudanza de vuelo, aún pudimos ese mismo día, en uno de los restaurantes que frecuentábamos entonces, comentar en familia y con varios amigos aficionados que habían escuchado la transmisión, algunas de las peripecias de ese gran partido.
